La propuesta de Víctor Muñoz se titula Maestro de obra, un trabajo inspirado en la arquitectura de los barrios populares como una observación sobre las fachadas, llevada y parasitada en al contexto de lo artesanal por ende en as tiendas de artesanías de la Ciudad. Aqui el artista nos explica su proyecto: Algo interesante e importante a la vez, es el hecho de que los balcones artesanales son representaciones del pasado, es decir ellos recuerdan con nostalgia y algo de sátira la forma de la arquitectura regional de los pueblos.
Este proyecto quiere lograr lo mismo con las estéticas de las ciudades contemporáneas que no tienen una forma concreta ni poética de ser decorativa, mostrada ni perpetuada.
Me interesa establecer una relación temporal, de lo antiguo en el futuro. estos balconcitos urbanos se relacionaran con nosotros en unos años, de la misma forma que nos relacionamos con los típicos en la actualidad. La renovación y alteración de un imaginario de la ciudad a la que asistimos y revaloramos desde su propia auto referencia.
Ejercicio plástico relacionado con prácticas y miradas desde la artesanía, la economía, lo autóctono y lo turístico como puente para discutir el papel de las ideas de ciudades contemporáneas en contraposición a las ciudades reales.
La relación ciudades vividas, ciudades invisibles con ciudades mostradas, ciudades inventadas.
El desplazamiento de los circuitos expositivos es algo a resaltar en este ejercicio. Los almacenes artesanales son abrazados y señalados desde su particular geografía repleta de imaginarios, apropiaciones y abstracciones históricas.
Son lugares que posibilitan reflexiones culturales e históricas Son el recipiente adecuado para la inclusión de este proyecto, ya que son lugares naturales de exhibición y circulación. Permiten y abrazan la inserción de nuevos imaginarios, renovados, alterados, todo bajo la caracterización de lo típico, lo manual, y lo popular.
Serán pues exhibidos y abiertos al público y a los clientes en las tiendas artesanales y de souvenirs, estarán lado a lado con sus hermanos los balcones típicos, con las chivas de cerámica, y los móviles de guadua. Se confrontaran en temporalidad y hablaran de contrastes culturales campo, ciudad, de sus mezclas, sus íntimas colonizaciones, sus pertenencias generacionales, sus contextos y sus relaciones sociales. Acentuaran las miradas citadinas desde la auto referencia, la autoconstrucción, la auto descripción.
Arquitecturas populares retomadas desde su carácter decorativo público y privado. Relación social y turística asumida desde las ciudades existentes y no las embellecidas. Dignidades exigidas y expuestas en la arquitectura popular y de autoconstrucción son la esencia de las ciudades compartidas, mayoritarias, sentidas y verdaderamente propias.
Acercarse a ese espíritu social de la arquitectura urbana de los barrios, orgánica, humana, desde los oficios propios de las culturas de la perpetuacion y la decoración, la estética artesanal, no solo es la forma de la fabricación, sino además el acercamiento a la cotidianidad, la vida misma, la auto reinterpretación.
“…cada vivienda jamás expresa sino una adecuación relativa a las necesidades del momento, corte de cuentas que el tiempo nunca le ha rendido a sus ocupantes como no sea de manera imperfecta. Mezclando, al correr del tiempo, formas dispersas en el pasado con otras nacidas de las necesidades del momento y con algunas más que confirman el futuro, y más tarde concediéndoles otras atribuciones, cada tipo de vivienda parece constituir más bien un sistema de signos que remite tanto a la imagen de “la casa” que una sociedad se proporciona a sí misma, como a las contingencias acumuladas en el transcurso de su historia”5
5 Pezeu – Massabuau, Jacques. La vivienda como espacio social. Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 1988, p. 96
Saldarriaga y Fonseca, lo plantean en Los colores de la calle, de la siguiente manera: “La nueva imagen de la arquitectura popular es diferente. En la medida en que la construcción de un barrio tarda años en consolidarse, es inevitable
que se produzcan cambios en los planes iniciales, pues las edificaciones crecen y llegan a término después de interminables etapas de trabajo y de pausas igualmente dilatadas. Los cambios quedan impresos en las fachadas de las viviendas y, por ende, en la imagen que ofrecen las calles. La nueva base cultural de la arquitectura es heterogénea y aun no se ha consolidado, por lo cual en la calle popular moderna, la expresión particular predomina sobre la identidad colectiva. Cada fachada es distinta de la anterior, y la calle se convierte en una suma de fachadas desiguales”
Tiendas
Sombreros y artesanías "CASA BETEL" Calle 53 No 50 – 42 Bello. Diagonal a la Choza Marco Fidel Suárez.
Artesanías "Foto ciudad Botero" Cr. 52 No 51 – 74. Diagonal al museo de Antioquia
Artesanías y variedades "Martha Pérez" Centro Artesanal Mi viejo Pueblo. Junín Cr. 49 No 53 – 20 Local 24 – 25
Almacén "El Souvenir”. C.C. Gutemberg. Cr. 52 No 51 – 62. Diagonal al museo de Antioquia
"Galería de artesanías" Cr. 50 No 52 – 79. A la vuelta del Hotel Nutibara
Almacén "MOLA". Museo de Antioquia
Agrovariedades "Mi Mascota" Calle 45 No 79 a 100. Plaza ecológica de Mercado La América Local 048
Cooperativa de Artesanos de Antioquia. Pueblito Paisa Local 126