Encuentro con Tomás Saraceno


Tomás Saraceno
Ciudadano del aire

Por Sol Astrid Giraldo

 

"Las ciudades aeropuertos mezclan la visión utópica de los 60 con la realidad competitiva del mundo globalizado de hoy"

 

Palabras claves
Arquitectura, utopía, investigación científica, urbanismo, tecnología, exploración de materiales, política, ecología, escultura

 

Obra
Ciudades aeropuertos

 

 "Todo lo sólido se desvanece en el aire" es la famosa frase de Marx que se ha convertido en el símbolo de nuestros tiempos. Y este es el lugar que quiere explorar el argentino Tomás Saraceno: el aire, en un sentido real y metafórico. Ante los retos que plantean unos tiempos de migraciones, movilidad, interculturalidad; el arquitecto y artista Saraceno viene desarrollando el concepto y la estructura de las ciudades-aeropuerto. Estas tendrían su libertad de movimiento y circulación, y serían células habitables que se comportarían como nubes. La búsqueda de esta flexibilidad apunta por un lado al conflicto no dirimido entre esta intensa movilidad física, mental y social de principio de siglo, y los tradicionales e inmóviles estados nacionales con sus fronteras definitivas que ya no cuadran más en los nuevos parámetros pero que se niegan terca y dolorosamente a desaparecer. Pero por otro lado, a un nuevo urbanismo lúdico y maleable, donde las personas puedan apropiarse creativamente de sus propias soluciones de vivienda.

 

En este sentido, Saraceno se atreve no sólo a pronunciar sino a concretar la palabra ou-topía: ese sueño que según la etimología sucede en un no-lugar, que en este caso es el aire. ¿Cómo sería la vida en unas nuevas ciudades que construidas con materiales más livianos que el aire pudieran flotar sobre las fronteras? Estas ciudades serían una especie de células habitables que se agruparían en megaciudades y atravesarían la atmósfera siguiendo el curso de los vientos. Y para garantizarles su movilidad en el espacio aéreo totalmente controlado de nuestros días podrían estar, ya no bajo las jurisdicciones terrestres, sino bajo las áreas internacionales, que hoy por hoy rigen los aeropuertos. Saraceno piensa en términos de utopía, movilidad, convivencia, cooperación, colectividad, fraternidad, organicidad.

 

Pero lo que hace a Saraceno realmente particular en la escena de las artes, la arquitectura, la tecnología y las ciencias es que ha sido capaz de concretar su sueño en una mezcla audaz de todas estas áreas. Las ciudades-aeropuertos de Saraceno no son para el futuro: él ha desarrollado el diseño, la estructura, la tecnología que las puede hacer posibles. Solarmachine (globos que elevan a pasajeros utilizando la energía solar como combustible), globos aerostáticos hechos de bolsas de basura, son algunos de los desarrollos concretos de su idea obsesiva de habitar el aire.

 

Un empeño que no se agota en la fabricación ingeniosa y funcional de artefactos novedosos, sino que intenta socavar muchos paradigmas. Saraceno pone en el tapete las transformaciones mentales, sociales, culturales, económicas y políticas que acarrearía un mundo sin pasaportes, sin fronteras, con comunidades autónomas, autárquicas y auto sostenibles -gracias a fértiles jardines aéreos- que flotaran sobre las leyes territoriales. Un sueño, una utopía, una estructura arquitectónica, una estética, una propuesta escultórica, un pensamiento profundo, una poesía, una provocación, una declaración… O simplemente, ciudades- nubes que sobre todo propiciaran un espacio de vinculación comunitaria.

 

El artista
Tomás Saraceno nació en Tucumán, Argentina (1973), pero pasó la mayor parte de su infancia en Italia, donde sus padres se exiliaron en los tiempos de la dictadura. De regreso a Argentina, estudió arquitectura en la Universidad de Buenos Aires, donde conoció la obra de Gyula Kosice, un artista concreto argentino que propuso ciudades aéreas desde finales de los 40. Actualmente vive y trabaja en Alemania, y desarrolla proyectos en varias ciudades europeas y latinoamericanas. Fue uno de los invitados a la 27 Bienal de Sao Paulo.

 

 

 Obras
"Buenos días Santiago – una exposición como expedición".
"Ciudad del futuro: experimento y utopía en la arquitectura 1956-2006. Centro cultural Barbican, Londres(2006).
Solar Machine

 

Crítica
"Sin guardar límites entre el arte y la arquitectura, Tomás Saraceno desarrolla proyectos inflables, modulares y móviles, posibilitando que las personas transiten por ellos como si fuesen nubes o ciudades flotantes. El artista se apropia de la idea de redes y ciclos, construyendo ciudades metafóricas, con espacios en continua transformación… La propuesta del artista busca desafiar las restricciones militares, políticas, sociales y culturales, intentando restablecer nuevos conceptos de sinergia entre las áreas"
27 Bienal de Sao Paulo, material pedagógico

 

Proyecto en Medellín
Saraceno estuvo en la ciudad 8 días para concretar su proyecto de realizar un globo gigante con 2 millones de bolsas de basura que envíen personas de todo el mundo y que sean intervenidas por éstas. Lo hará junto a Alejandro Uribe, el promotor del Festival del Globo Solar de Envigado, quien junto a Saraceno es de los pocos fabricantes de globos solares en el mundo.

 

 

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