El proyecto Lugares Comunes (2004) realizado en la Alianza Colombo Francesa de Bogotá, parte de una simple observación de la artista sobre los procesos naturales en oposición a los culturales.
Esta obra se realiza partir de una serie de recorridos por distintos lugares de Bogotá (calles, barrios, locales comerciales, parques, edificios, etc) cuyos nombres corresponden a sitios donde se han vivido conflictos armados y guerras en los últimos siglos y que restan en la memoria colectiva; Por ejemplo, “Palestina”, “Germania”, “World Trade Center”, "Normandía",etc.
La artista va componiendo una “geografía de la tragedia” según José Ignacio Roca curador de la exposición; "Bonilla identificó lugares en Bogotá con los mismos nombres (en la forma de avisos de restaurantes, placas de nomenclatura, pancartas, etc), y luego procedió a fotografiarlos identificando además en ellos las plantas que crecen en las grietas de muros y andenes. Si la cultura muestra un proceso de dominación de la especie humana sobre la naturaleza, el trabajo de Bonilla rescata el proceso inverso, las “construcciones” de la naturaleza sobre lo que es o fue una estructura construida por el hombre.", dice Roca.
Las fotografías están acompañadas de pequeñas plantas similares a las documentadas, con la información sobre el sitio y las fechas del conflicto al que aluden los nombres. "Los semilleros funcionan como una relación entre la vida y la muerte; entre lo que desaparece en la historia y lo que se mantiene o renace tras la destrucción", según Bonilla