Cildo Meireles

 

Cildo Meireles

 

Inserciones en Circuitos Ideológicos 1970-75

 

 

 

 

 

 

 

Inserções em Circuitos Ideológicos: Projeto Cédula,
[Inserciones en circuitos ideológicos: proyecto billete] 1970
Sello de caucho sobre billete
Dimensiones variables

 

1 –Proyecto billete

 

Imprimir informaciones y opiniones
críticas en los billetes y devolverlos
a circulación.

 

C.M. 5-70

 

 

 

 

 

Inserções em Circuitos Ideológicos: Projeto Coca-Cola,
[Inserciones en circuitos ideológicos: Proyecto Coca-Cola] 1970
3 botellas de Coca-Cola, con calcomanias de silk screen
18 cm de altura cada una

 

2 – Proyecto Coca-Cola

 

Imprimir en las botellas
informaciones y opiniones
críticas y devolverlas a
circulación.

 

C.M. 5-70

 

 

 

 

Las prácticas artísticas de los años 60 y 70 plantearon formas de romper con los limites del arte, cuestionando por esa razón los paradigmas a los que estaba sometido tales como los soportes tradicionales (pintura, grabado, escultura), la idea del objeto artístico entendido como mercancía, o las mismas instituciones, sean el museo (en países como Estados Unidos, Francia, Inglaterra), o el estado (en países que pasaron por estrictas dictaduras militares, como Brasil, Argentina o Chile entre otras). Tales producciones expandieron los limites del objeto de arte, que tuvo la opción de circular en otros espacios físicos, otras áreas de conocimiento, otros tiempos y sobre todo, otros soportes.

 

Cildo Meireles es uno de los ejemplos mas contundentes de esta expansión/circulación del objeto de arte. Por este motivo el fue considerado como uno de los cinco artistas eje de la curaduría del Encuentro de Medellín. Su práctica introdujo elementos y principios de funcionamiento que pueden observarse en el trabajo de muchos artistas contemporáneos, durante las décadas más recientes. Creemos que muchas de las prácticas que se han propuesto en este Encuentro pueden comprenderse mejor por el publico después del contacto con el pensamiento y obra de artistas como Cildo Meireles (Brasil), Antonio Caro (Colombia), Maria Angélica Medina (Colombia), Adolfo Bernal (Colombia) o Antoni Muntadas (España).

 

Entre 1968 y 1970 supe que estaba empezando a acercarme a algo interesante. Ya no estaba trabajando con representaciones metafóricas de situaciones; estaba trabajando con la situación real en sí. Además el tipo de obras que estaba haciendo tenían lo que podía ser descrito como forma “volatilizada”. Ya no se referían al culto del objeto aislado; existían en términos de lo que podía provocar en el cuerpo de la sociedad. Era lo que cada uno tenía en su cabeza en un momento dado: la necesidad de trabajar con la idea de lo público. Muchos artistas brasileños fueron incluyendo materiales y acciones cotidianas en su trabajo; dirigiendo el trabajo hacia un amplio, indefinido número de personas: lo que es llamado lo público.

 

Hoy existe el peligro de hacer obras sabiendo exactamente quién estará interesado en ellas. La idea del público, que es una noción amplia, generosa, ha sido reemplazada, a través de un proceso de deformación, por la idea del consumidor, ese segmento del público que tiene poder adquisitivo. Las “Inserciones en circuitos ideológicos” surgen de la necesidad de crear un sistema de circulación e intercambio de información que no dependa de ningún tipo de control centralizado. Sería una forma de lenguaje, un sistema esencialmente opuesto a los medios de prensa, radio y televisión –ejemplos típicos de medios que alcanzan realmente enormes audiencias, pero en cuyos sistemas de circulación hay siempre un grado de monitoreo y control de la información insertada. En otras palabras en esos medios la “inserción” es llevada a cabo por una élite que tiene acceso a los niveles en los cuales el sistema es desarrollado: la sofisticación tecnológica involucra enormes cantidades de dinero y/o poder.

 

Las “Inserciones en circuitos ideológicos” toman forma en dos proyectos: el Proyecto Coca-Cola y el Proyecto Billete. El trabajo empieza con un texto que escribí en abril
de 1970 que propone esta posición:
1. En la sociedad hay ciertos mecanismos de circulación (circuitos)
2. Estos circuitos claramente incorporan la ideología de quienes los producen, pero al mismo tiempo son pasivos cuando reciben inserciones.
3. Esto ocurre siempre y cuando las personas activan esos circuitos.

 

Las “Inserciones en circuitos ideológicos” también surgieron del reconocimiento de dos prácticas bastante comunes: las cadenas (cartas que uno recibe, copia y envía a otras personas) y los mensajes en botellas, arrojadas al mar por víctimas de naufragios. Implícita en estas prácticas está la noción de un medio de circulación, una noción evidenciada más claramente en el caso del papel moneda y, metafóricamente, en contenedores retornables (botellas de refrescos, por ejemplo).

 

A mi modo de ver lo importante en el proyecto fue la introducción del concepto de “circuito”, aislado y fijado. Es este concepto lo que determina la carga dialéctica de la obra, una vez que parasite todo esfuerzo contenido en la esencia misma del proceso (el medio). En otras palabras, el contenedor siempre lleva con él una ideología. Mi idea inicial se basaba en el reconocimiento de ‘circuito’ que naturalmente existía. Una “insersión” dentro este circuito es siempre una forma de contra-información. (…)

 

Cildo Meireles

 

Estracto del texto "Inserciones en Circuitos Ideológicos 1970-1975". publicado en: CILDO MEIRELES, Londres: Phaidon, 1999. p. 110, 112.

 

 

 

Condensado III – Bombanel, [Condensado III – Anillo bomba] 1970-1996
Anillo de oro blanco, lente, vidrio y pólvora

 

 

 

 

Camelô, 1998
Muñeco de goma, mesas desmontables, 1000 alfileres de acero, 1000 aletas para cuello de camisa de plástico y motor 110V
Dimensiones variables

 

 

 

 

Zero Dollar, [Cero Dollar] 1974-1978
Offset en papel
15 x 6 cm

 

 

 

Dados, [Datos] 1970/74
Caja, dado, placa de bronce

 

 

 

 

 

 

 

OBRA EN EL ESPACIO PUBLICO

 

(Entre. Paréntesis), 2007
Dos estructuras de acero y mimbre plástico
Dimensiones variables
Obra en espacio público, Parque La Floresta

 

 

 

 

Entre. y
durante algún tiempo
mírense calmada y atentamente
sabiendo que tal vez
nunca más volverán a verse

 

 

 

 

 

 

 

 

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