Plataforma de diálogo entre comunidades que con frecuencia permanecen distantes entre sí y del saber formal de la academia. Al privilegiar la idea de comunidad, no se centra sólo en los músicos sino que incorpora la red humana que se reúne en torno a la música, entendida ésta como práctica social.
El diplomado se dicta entre septiembre y diciembre, ocupa diversas sedes e incluye visitas a espacios. Los docentes a cargo son personas que han participado en redes y proyectos colectivos alrededor de las culturas musicales callejeras: músicos, gestores culturales y promotores, comunicadores, artistas y académicos que se han acercado en algún momento a modelos pedagógicos desde el movimiento comunitario como la educación popular.
Incluye entre sus interlocutores tanto a agrupaciones independientes como a instituciones educativas públicas y privadas.