Todo lo contemporáneo en las calles, los museos y espacios públicos de Medellín
Una mezcla entre música, performance, arquitectura y pintura es el MDE07, que acercó a los habitantes de la ciudad a las diferentes experiencias artísticas.
Por Ana Maria Restrepo Aguilar arestrepo86@gmail.com
Sergio Restrepo Alzate serchos84@gmail.com
De vinilo, canciones, telas y aerosol está Llena Medellín por estos días. La característica común es ver la gente tocar las obras en los museos, a un artista pintar las columnas del Metro, bailar y disfrutar en un teatro de música caribeña y ver cine en el bar de un barrio. Todo esto hace parte del Encuentro Medellín 2007 que se realiza entre febrero y junio.
Este evento internacional recoge prácticas artísticas contemporáneas, bajo la temática Espacios de Hospitalidad. “Hay que mostrar lo contemporáneo antes de que se haga viejo” dice Lucía González, Directora del Museo de Antioquia.
Para eso es necesario acercarse, sentir lo que se muestra y explorar los espacios de ciudad que están haciendo partícipes a la gente y a los barrios. El MAMM, el Museo de Antioquia, Castilla, Barrio Triste, Eafit, el Parque Botero entre otros son algunos de los escenarios.
Un circuito de exposiciones
Primero fue el MAMM, luego Suramericana, todos caminando, la gente del común abría la boca para nombrar lo “tan bonito” “tan maravilloso” de poderse involucrar con esas piezas de artistas, que conocidos o desconocidos los inquietaron.
Después, fue el Museo Universitario. Sobre las mesitas de cuatro sillas escolares viejas, había morritos de papel pegante y lapiceros para que cada quien dibujara “el país que tu vives”, y empapelar toda una pared. Bolas de hilo negro que con su tamaño representaban el número de habitantes en cada país de América también levantaron comentarios, haciendo que los artistas y diseñadores discutieran, “es que el concepto…”.
Luego La Casa del Encuentro, ubicada en la antigua sede del Museo de Antioquia, fue la última parada. Aquí, un ambiente setentero, con bolas disco, camas con colchas caladas, un tocadiscos como de juguete y un ventanal ficticio, se apoderó de la planta baja. En el segundo piso, las islas de San Andrés y Providencia en monedas de 10 pesos, Colombia en letras de Coca-cola y AQUÍ NO CABE EL ARTE sobre toda una pared, también hicieron hablar a los participantes del recorrido.
“EL arte no necesita caras sino obras”
Una media de aguardiente en la mesa, acompañada de unos muebles y una pared ficticia fue el escenario apropiado para iniciar una vez más el programa de televisión realizado por el MDEO7 “El rincn de la crítica”, transmitido por Canal U y Telemedellín. Dos jóvenes caleñas pertenecientes a uno de los espacios anfitriones Casa Tomada, presentan cada semana a nuevos artistas que disfrutan y hacen arte en la ciudad.
Locación, la U. de A.; invitados, artistas de Venezuela y Medellín; público, estudiantes e interesados en el arte; dinámica, la improvisación, claro que con el objetivo de superar las barreras y facilitar La interacción de los participantes
Los venezolanos de Oficina Número Uno, que ahora hablaban frente al público del Rincón de la contaron como primero llegaron a Castilla y allí involucrándose con todo y siendo habitantes por un tiempo, construyeron su obra. “Nada puede forzarse, nosotros llegamos con ideas a Medellín pero muchas cambiaron cuando conocimos el barrio y a su gente”, dijo Simón, integrante del colectivo invitado. Muestras de fotografía, póster con mensajes regados en la ciudad y cine en el café-bar la Jíkara fueron algunas de sus actividades.
Pablo, otro artista que con un grupo de amigos estudiantes de arte decidieron involucrarse sin ser invitados al MDEO7, ingresó al escenario con una media velada en la cabeza. “El arte es para todos, por eso estamos aquí, queremos mostrar nuestra forma de hacerlo” dice, mientras explica como lo transmiten.
“DEMEO7” es un juego irónico utilizado por Pablo para referirse al evento, manejado a través de afiches pegados en diferentes puntos de La ciudad. Su voz distorsionada por la media velada afirmaba que “el arte no necesita caras sino obras”. Su crítica fue bien recibida por los asistentes que estuvieron atentos a su reflexión.
Rumba en el Pablo Tobón
El Encuentro Medellín también fue música. En el Teatro Pablo Tobón Uribe el hip hop, el jazz, el reggae, las mezclas sonoras y la música caribeña pusieron a bailar a más de 300 asistentes. A medida que la presentación avanzaba subió el ánimo y el ambiente entre las personas.
“Párense, bailen, canten y disfruten con nosotros. No se queden quietos”, repetían una y otra vez los de Bella Vista Social Club, integrado por jóvenes de los barrios populares de Medellín, quienes mezclan sus mensajes de protesta y lucha al ritmo del hip hop.
La mesa de mezcla bajó y subieron los timbales, los tambores, los sombreros y las faldas largas, para que la tradición negra conservada por los habitantes de Urabá iniciara su presentación. Los hombros, las caderas y los pies no se resistieron al ritmo caribeño propuesto por el Grupo tradicional San Juan de Urabá.
La música también es arte y así lo entiende Víctor vocalista de Bella Social Club quien afirmó “esto es puro arte, porque se lleva en las venas, porque transmitimos sensaciones con nuestra música, porque llegamos a oídos inquietos, porque mostramos más que todo la realidad y traemos conciencia”.
Encuentro Medellín 2007 terminará en junio, pero dejará huella de arte en la ciudad. “Cada dos años un evento como esos sería un éxito turístico,… Medellín seria más que flores… ARTE en toda la ciudad”, concluyó Felipe Vanegas estudiante de diseño gráfico.
Periódico Contexto, Facultad de Comunicación Social UPB, Medellín, junio de 2007, No. 12, página 11