Todavía falta mostrarlo en el exterior, dice su directora Lucía González es consciente de que la entidad que lidera está aislada de los grandes circuitos que conectan una ciudad con el arte mundial. Por esto, su principal reto para 2007 es implementar un plan de gestión internacional consolidado que se encargue de que esta vez el resto del mundo sea el que abra las puertas a la institución.
Por: Diter R. Castrillón Oberndorter
Una inversión por $4.850 millones, cerca de 43 mil visitantes y el número de exposiciones itinerantes triplicado, el Museo de Antioquia cerró actividades en 2006.
Después del balance de gestión que la entidad presentó a la ciudad, cuyas cifras de progreso son indiscutibles, la directora Lucía González le explicó a EL MUNDO lo que falta para que el Museo se consolide como tal y salga del claustro que le impide intercambios culturales con entidades del mismo tipo fuera del país.
La gestión cultural del Museo de Antioquia presenta cifras positivas en el desarrollo del arte local. ¿Qué se ha hecho para internacionalizar el Museo?
Lo primero que hicimos fue centrar nuestra atención en el ámbito local, pues para poder salir al mundo y ofrecerse como Museo hay que fortalecerse en la ciudad. Ahora somos conscientes de la gran necesidad que tiene el Museo de darse a conocer para que se le abran puertas de otros museos y galerías internacionales.
Uno de los grandes esfuerzos que estamos haciendo por abrir esas puertas, es el Encuentro Internacional Medellín – prácticas artísticas contemporáneas, que planeamos en 2006. Una de las apuestas del Museo con el Encuentro es que la internacionalización no pase solamente por el mercado; que no se quede en el intercambio de productos. Creemos que Medellín está en capacidad de establecer unos diálogos muy pares a nivel cultural, pero también sabemos que debemos gestionar para lograr esa comunicación.
¿Entonces cuál es la relación actual del Museo con el resto de estas entidades en el mundo?
Al Museo de Antioquia, una de las entidades más grandes de la ciudad, nunca le llega una invitación a una exposición internacional, ni convocatorias donde se invite directamente a Medellín a participar en las grandes bienales y en los grandes eventos. No existimos para el mundo del arte.
De la misma manera, en este momento, los artistas de la ciudad no cuentan con un circuito internacional que los conecte con el arte del mundo y ese es uno de los propósitos para este año: ayudarle a la Alcaldía en su empeño para internacionalizar el arte y la cultura, teniendo en cuenta que tenemos un desarrollo artístico muy bueno.
Por eso hace falta, además de la gestión que este año emprenderemos con un plan de acción internacional mucho más sistemático, la visibilidad y el interés que despierta para galeristas y críticos un evento como el MDE07; quitarle el miedo a los artistas nuestros y propiciarles que se sientan pares con los internacionales.
¿La falta de visitas de obras de los más grandes artistas internacionales al Museo es también una señal del desconocimiento en el exterior?
Completamente. Es obvio que hacen falta una buena gestión y suficientes recursos. La plata se consigue, pero es más importante aún que los críticos y galeristas se den cuenta de que aquí hay un Museo con la estructura técnica y administrativa capaz de recibir obras importantes. El año pasado casi no nos prestan las obras del español Antoni Tapies porque era inverosímil para los europeos que aquí hubiera un Museo con las condiciones adecuadas para albergar una obra.
¿El maestro Botero donará más de su obra al Museo de Antioquia?
No sé. Es posible, pero ni lo ha dicho, ni se le ha planteado. Él quiere mucho el Museo, es respetuoso y su apoyo es más moral que cualquier cosa. Sin embargo, nos gustaría tener algunas de sus obras nuevas, las de Abu Grahib.
Hay quienes piensan que el Museo de Antioquia tiene todavía una imagen provincial. ¿Qué le más le hace falta al Museo para salirse de esa concepción?
Pienso que el uso del término provincial es totalmente equivocado. Tenemos todo el potencial para estar a la altura de los museos más importantes del mundo, por las actividades que planteamos, por la relación con la comunidad, y por estar al día en muchos temas de arte nacionales e internacionales. Hay cosas que mejorar, pero estamos en la ruta. Definitivamente me queda mucho por hacer aquí. Eso es lo bueno de dirigir una entidad que tiene todas las posibilidades de transformarse permanentemente, siempre atenta a lo que pasa en el mundo.
Periódico El Mundo, Medellín, 29 de Abril de 2007, página 1 La Metro