Ready made

Antes lo más importante del arte era la factura, hacer una obra virtuosamente. El francés Marcel Duchamp fue de los primeros en transgredir esta norma. Decidió usar objetos ya hechos (ready made, en inglés) como un orinal o una bicicleta, sacarlos de su contexto de uso cotidiano y llevarlos a uno expositivo. No trataba de decir con ello que el arte no valía la pena. Sino que en el arte todo valía lo pena. Todo podría convertirse en arte si alguien "encontraba un nuevo pensamiento para ese objeto". Desde entonces ya no había unas técnicas refinadas o unos materiales aristócratas, o unas técnicas consagradas, sino que todos los materiales, todos los objetos y todas las relaciones que se tejen entre ellos pueden funcionar con una propuesta en el mundo del arte. Artistas del Encuentro como Alberto Baraya, Cildo Meireles, Adolfo Bernal, han acudido a esta estrategia.
 
 
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