«Esto es en contra del cubo blanco»

Entrevista con el artista japonés Tatzu Nishi

Por Angela Patricia Escobar
Su obra pasa desapercibida en primera instancia, porque a pesar de que prefiere trabajar en el espacio público, en lugares con mucho tránsito, el exterior de sus trabajos parecen una obra en construcción o en proceso, una anexión más a los innumerables cierres de andenes, calles, plazas y fachadas de edificios que invaden la ciudad. Y es que lo primero que se encuentra el transeúnte al llegar a su obra es una cantidad de andamios y escalas que se mimetizan con el entorno que les rodea por lo que resulta difícil adivinar de qué se trata. Así Tatzu Nishi, el artista japonés presente en el Encuentro Internacional Medellín 2007, advierte sobre la presencia de objetos del mobiliario urbano y sobre las estatuas conmemorativas que a fuerza de verlas a diario ya nadie les presta atención y parecen invisibles.

Cada ciudad nueva que visita la siente como una aventura por descubrir y en ese recorrido inicial sitúa su atención por lo general en un objeto inmenso que ya nadie ve, una lámpara del alumbrado público, una gran mole de cemento que adorna un edificio o una estatua conmemorativa que ya a nadie le interesa, para luego tramitar los permisos y realizar allí su trabajo, una instalación que logra traer a un ambiente íntimo y familiar ese objeto perdido y así no sólo lo visibiliza sino que le crea un aura que le permite pasar de ser algo corriente a convertirse en arte. Como artista pretende llegar al espectador de la manera más simple para que entienda y disfrute el arte, de ahí que su discurso se mueva en la misma dirección.

¿Por qué fijarse en el mobiliario urbano y en las grandes estatuas que habitan las ciudades para realizar su obra?
La primera razón es que soy japonés. Inmigré de Japón a Alemania y me di cuenta que en Europa hay una cantidad de estatuas y me interesé en ellas porque en Japón no hay, Hay ahora, pero antes no, es una tradición europea. Por me interesaron las estatuas.
Los peatones que caminan no se fijan ellas, pasan y ni las miran, en Alemania las estatuas están normalmente en el centro de la ciudad, en la plaza, la alcaldía, la plaza de mercado, por lo general las ubican en los sitios donde hay mucha gente, pero los peatones olvidan la existencia de la estatua porque todos los días pasan por ahí, entonces eso me interesó me parecía muy extraña su actitud.

¿Por qué se decidió a trabajar en el espacio público?

 Cuando era estudiante en la Academia de arte de Münster hice exposiciones en una galería famosa en Colonia y obviamente a la apertura llegaban una cantidad de personas de la galería o invitados por él, pensé que eso era normal, pero usualmente en un día normal nadie va a visitar la exposición, una, dos o tres personas y creo que aquí en Colombia pasa lo mismo. Entonces pensé ¿qué puedo hacer? Yo no hago arte solamente para coleccionistas o para curadores o para amantes del arte o para gente que va a los museos, eso es totalmente aburrido, por lo que dije me voy. No tenía interés más en galerías o museos, entonces dije a la calle donde está toda la gente, esa es la razón principal.

¿Cuando se lanza a la calle hay una transformación en su trabajo artístico?
Antes en Tokio en la academia de arte pintaba, luego empecé a trabajar en Münster y ya no quería repetir, no quería volver a pintar porque ya lo había hecho, primero empecé por escultura, acciones, instalaciones, Ya no muestro lo que hacía antes en mi trabajo.

Esa evolución de su trabajo que se inició con la pintura y termina en el espacio público con grandes instalaciones a qué responde. ¿Podría decirse que usted ve en la pintura una técnica en desuso?
Si tuviera tiempo me gustaría pintar otra vez, me gusta la pintura, pero no tengo tiempo. Si tuviera tiempo y dinero lo haría.
Nunca había pensado en esa evolución de la pintura hacia la instalación. Todavía tengo interés en la pintura, cuando hago estas instalaciones me sigue interesando el momento que tiene la pintura, por ejemplo el color, el tapete tiene un color, la cortina tiene un color y esto todo viene de la pintura. Por ejemplo en 1997 realicé Obdach y si puede apreciar en Alemania se usa ese color de azul en las redes que cubren las construcciones, como afuera estaba azul, escogí justamente un color opuesto al azul para su trabajo, si afuera es un color frío como el azul, adentro es justamente cálido con el rojo. La escultura que usé es a mis ojos casi blanca, por eso si el tapete hubiese sido amarillo serían colores muy parecidos y para mi concepto no era apropiado. Para que la obra se hiciera notar tenía que escoger un color que resaltara, yo tenía que mostrar mi concepto de una manera más contundente, y por eso la escultura se tenía que notar, tenía que escoger un color que resaltara, por eso no escogí un tapete amarillo sino rojo.
De alguna manera busco que los colores creen contrastes y un tapete rojo es normal y los colores de la cortina son también cálidos, yo me preocupo por esto y la gente no lo nota, pero todo esto tiene una reflexión muy grande detrás.

En este trabajo hay una estatua envuelta en una habitación, juega con volver privado un espacio público ¿qué hay detrás de esto?
Como tu misma dices la estatua está fuera y cuando le hago un cuarto alrededor ya esta dentro, antes esta fuera ahora está dentro, lo que hago es invertir esa relación, la escultura cuando estaba fuera era pública, pero ahora es privada, lo que estoy jugando es a cambiar este tipo de relación.
Como dije al principio, quiero hacer que la atención vuelva a caer sobre la escultura que ya no era vista, porque la escultura es gigante y está situada en un lugar público, en un lugar en que todo el mundo la puede ver y aún así la gente ya no la ve. Mi motivación era cómo puedo volver a hacerla atractiva, cómo puedo volverla a resaltar, como sacarla a los ojos de los que ya no la ven. Por eso creí que lo perfecto era si estaba en un lugar abierto que era público y no la veían, lo que tenía que hacer era volverla privada a ver si la gente la volvía a ver.

¿Su arte es efímero?
Que temporalidad le pones a ese efímero, ¿una hora a dos meses?.
El primer trabajo fue para una semana porque no tenía plata y la construcción, el arriendo del andamiaje es muy caro, entre más larga la exposición más costosa me salía, por eso tenía que ahorrar. El primero con construcción y desmontaje demoró 10 días, por ejemplo.

En principio eligió una escultura clásica para su primer trabajo y más adelante pasó a un objeto del espacio público, una luminaria, ¿por qué esa transición?.
Es distinto pero es igual. Tiene el mismo carácter. La escultura es grande y en un lugar que se puede ver pero a nadie le interesa. Lo mismo le sucede al farol callejero, es tan alto y cada 20 metros hay uno y está en un lugar donde todo el mundo lo puede ver, directamente al lado de la calle, y aún así nadie lo ve, nadie lo quiere ver y eso es muy interesante, no sé cuántas lámparas puede haber en la ciudad y aún así nadie las ve, a la gente se le olvida que existen, la gente a través de la rutina olvida las cosas, olvida la existencia de los faroles callejeros, por eso dije: esto también es interesante.

En su trabajo reflexiona sobre la ciudad contemporánea y sobre lo que pasa en la ciudad con su mobiliario. ¿Cómo es ese proceso?
De hecho todo es una reflexión.. Yo no pienso tanto sobre esto. Cuando yo era pequeño quería ser artista, durante dos años quise ser arquitecto, de los 11 a los 12, por eso me gustan mucho los edificios y esas temáticas, y tal vez por eso hago estos trabajos.

¿En todas estas reflexiones paralelas a su obra hay detrás algunos textos en particular que le interesen?.
A mi no me interesa nada más, sólo me interesa el arte. Porque el arte es tan interesante. Hace 15 años no me leo nada, ningún libro, me parece muy aburridor, cuando vivía en Japón no era capaz de estudiar de los libros. Hace 15 años no toco un libro.

Hace 15 años no lee. ¿ Se considera un creador artífice de objetos?
¿Te parece muy horrible?

No, sólo quería saber.
Hace 15 años sí leía y me gustaba y todavía me gusta sólo un escritor, Kenzaburo Oé, que ganó el Premio Nobel en 1992, él es un genio. En esa época sólo leía sus libros, ahora sólo leo prensa, nada de literatura.

Por qué ese interés por crear ambientes en los que uno se sumerge y pasa a otro espacio.
Le pongo mucha atención a la atmósfera de un cuarto que sea destacada. Porque no quiero que mi trabajo sea solamente para amigos del arte, sino para el público en general que normalmente no tiene intereses por el arte. Normalmente los peatones pasan por ahí pero no se interesan, pensé que si el tema era muy lejano a su rutina no se iban a interesar, es algo de lo que no se pueden apropiar, pensé un poco y dije la gente normal también debería tener un interés por el arte, hice este trabajo porque todo el mundo tiene un cuarto así, pero de alguna manera tu cuarto que es tan parecido es totalmente diferente, cuando tú vez este trabajo y vuelves a tu casa y ves tu cuarto te acuerdas de este trabajo, por eso el ambiente que intento crear es de normalidad.

Toma un objeto y lo realza y lo vuelve arte, ¿qué piensa de esto?
Hasta ahora no había pensado en eso.

Dice no tener una discusión filosófica en torno al arte, pero con su obra Sometimes extraordinary, sometimes less than common, donde ubica en un museo un cuadro de Picasso en el entorno de una cocina normal, con eso está afirmando: el arte debería ser de uso cotidiano.
Eso no lo pensé nunca. Esto es en contra del cubo blanco. El cubo blanco es como un templo del arte, es decir un objeto es algo normal, pero si lo ubicas en una galería o museo se vuelve arte como lo que hizo Duchamp con el orinal. Duchamp esta bien. Aún hoy hay muchos artistas que imitan a Duchamp, yo los odio. No me gusta para nada ese tipo de trabajo, poner una cosa normal en un museo y decir que eso es arte. No. El arte tiene que tener poder y que no solamente una cosa funcione como arte en el museo, el arte no es tan débil, el arte no importa si en Nueva York, en Colombia, en Medellín, en la calle, en el museo siempre tiene que ser arte, por eso esto va en contra del cubo blanco.
Mi trabajo es demasiado profundo pero siempre lo quiero explicar en las palabras más fáciles, porque mis principal intención es interesar a la gente común en el arte. Por eso tiene que ser lo más fácil que pueda: hablar, explicar y hacer fácil.
Cuando el cuatro está en un museo es como un tesoro, pero si el cuadro lo ubicas en un contexto de cocina, aunque sea Picasso, yo quería ver un Picasso en una cocina, es muy raro, nadie creyó que era original, creyeron que era un afiche, muchos visitantes del museo entraron a ver la obra y ni siquiera observaron o se enteraron que había un Picasso. A mi me gusta el cuadro de Picasso, pero el cuadro en la cocina no brillaba y eso era muy interesante, pude decir: Puedo ser mejor que Picasso.

Eso es quitarle el aura al arte.
Si, tal vez.

Qué piensa del museo como institución
Pienso que esta bien, pero muy frecuentemente las obras de arte dentro de los museos ya no brillan, perdieron toda su aura, cuando están en el museo es como si hubiesen muerto como si estuvieran enterradas en una sepultura. Por eso no me interesa tanto trabajar en los museos.

¿Ve el espacio público como un museo?
Si, para mi el mundo entero es un museo.

¿Cuál es su sensación cuando se sumerge en una ciudad nueva?
Me encanta conocer ciudades nuevas, extrajeras, siempre veo todo como si fuera extraño, desde luego con curiosidad y observo la gente, cómo viven o qué edificios tienen, qué arquitectos, planos de la ciudad o ese tipo de cosas me interesan, por eso estoy súper contento de poder hacer estos trabajos.
Medellín me parece una ciudad muy bonita, quería inmediatamente venir a vivir aquí, por eso pregunté el costo de una casa, no tengo el dinero pero si lo tuviera compraría una casa aquí, es muy interesante para mi.
Aquí haré una casa alrededor de una cruz sobre una iglesia, el concepto es el mismo, pero nunca había trabajado en sur América, por eso el trabajo aunque parezca el mismo, para mi es interesante saber cómo van a reaccionar las personas de aquí cuando vean mi trabajo, Escogí la cruz porque la gente en Colombia es muy católica y quiero que la gente que no se interesa con el arte vayan a ver mi trabajo. Y como te dije antes, mi trabajo cuando está relacionado con la vida cotidiana puede despertar el interés de las personas en esa cotidianidad en su trabajo, por eso siempre construyo un cuarto normal, y aquí la cruz es normal, todo el mundo la conoce y se interesa por ella.

En su proyecto inicial la cruz estaba ubicada sobre una cama ¿por qué?
En Japón hay un dicho: la gente muerta habla por las almohadas. Los padres y madres muertos vienen en la noche y se paran en la almohada y te aconsejan hacer o no algo, quería hacer algo con Cristo y dije Cristo de pronto nos puede decir algo sobre esto. Cuando hice Gott erscheint am Kopfkissen, en esa época la guerra con Irak estaba muy fuerte y ahora dije la cruz de pronto nos puede decir algo.

¿Tiene algo que ver esto con la guerra?
No. En este caso no.