Esta labor que se hace a través del proceso educativo en general, queremos orientarla desde la comprensión del área de educación artística en relación con las demás áreas, procurándole el lugar que se merece en el sistema educativo, pues la reflexiones de la misma en relación con las demás áreas tiene muy poco desarrollo. En general, ha sido pensada desde perspectivas muy superficiales, basadas fundamentalmente en lo que son las manualidades. Lo que se ha logrado generalmente sobre el área de artística, ha sido muy vaciado de sentido o el área ha sido muy cargada de “funciones” para las demás áreas. De hecho, el número de horas dedicadas al desarrollo de esta área, no se compadece con lo que desarrollan en el espacio-tiempo, las demás áreas básicas de las instituciones educativas: las matemáticas y el español, por ejemplo.
Por lo mismo, fue un acuerdo importante del equipo que estuvo reflexionando sobre los lineamientos curriculares, “construirle un significado renovado a la educación artística en la escuela, teniendo como antecedente que durante décadas esta área se ha limitado al aprendizaje de técnicas y al desarrollo de habilidades y destrezas propias de las diferentes modalidades de las artes. Un aprendizaje definitivamente mecánico que a veces da buenos resultados como espectáculo, que generalmente se hace pero no significa, que responde más a los intereses del maestro o maestra responsable de estas actividades que a veces llamamos lúdicas y que en el fondo se ejecutan más por agradar, ser reconocido y aceptado sin reflejar el gozo, el placer y la alegría que significa sentirse parte de un equipo creador”
Las reflexiones más recientes sobre el arte, le plantean un reto a la institución educativa, a rectores, administrativos docentes y docentes, particularmente a los responsables de la educación artística, para que la misma sea repensada desde otros cánones contemporáneos muy diferentes a los dictados por la modernidad.
Las nuevas nociones del arte, miradas especialmente desde la dimensión estética del sujeto y desde la antropología del arte, como derecho que tiene todo sujeto a expresarse artísticamente, justifican la puesta en marcha de un proyecto como el del
En tal sentido, consideramos con esta propuesta, estar ofreciendo el espacio adecuado para responder a las demandas de los docentes quienes están ávidos de nuevas herramientas y conceptos para renovar su discurso y establecer otro tipo de diálogos con ellos mismos, con el otro afuera y, especialmente con sus educandos.
Reconocer entre ellos las experiencias de cómo abordan sus clases de educación artística es altamente enriquecedor para ellos; ponerlos en contacto con otras experiencias contemporáneas y con el mismo Museo, les abre perspectivas de trabajo muy amplias, lo cual los puede hacer más comprometidos y responsables con ellos mismos y con su labor educadora.