El arte conecta la ciudad y el mundo

 

Editorial

 

  • El encuentro artístico internacional 2007 y otros eventos culturales conectan la ciudad con el mundo y permiten incorporar la formación estética a la educación y a la vida misma.

 

El primer ciclo expositivo del encuentro artístico internacional Medellín 2007, que ha hecho posible una relación directa entre artistas y público para conocer y discutir novísimas tendencias, es otra demostración de la vitalidad y el dinamismo del movimiento cultural que está desarrollándose en la segunda ciudad colombiana y descubre una alternativa para el mejoramiento de la educación estética.

 

Los eventos culturales de ciudad son actividades fundamentales para fortalecer la calidad de la educación. El encuentro en el cual han expuesto varios de los artistas contemporáneos más sobresalientes de Colombia y otros países, actualiza el ejemplo de las Bienales y ha abierto una nueva posibilidad de que estudiantes y profesores conozcan en vivo y en directo cómo se piensa, se hace y se socializa la creación artística.

 

En el arte actual no se trata sólo de visitar salas y galerías en actitud de espectadores pasivos. Los creadores entran en comunicación con el público y las obras adquieren vida propia y ocupan espacios públicos. Un ejemplo muy representativo del arte con función social es el de las esculturas de Botero, que la gente siente como propias, incorporadas al paisaje urbano y a los escenarios comunes de encuentro ciudadano.

 

Gran parte de los programas educativos formales adolece de indiferencia ante la formación estética. Las bellas artes han sido materias marginales. No se les cataloga como disciplinas esenciales inseparables de la vida misma. Sin embargo, por fuera de las aulas escolares, en la vida de la ciudad, están ofreciéndose, como se comprueba en el caso de Medellín, múltiples y variadas opciones de educación complementaria que integran el llamado pénsum implícito u oculto.

 

Encuentros como el artístico de estos días, las ferias del libro, las visitas de escritores e intelectuales, etc., además de ser espectáculos llamativos dotados de una gran capacidad de convocación, forman una suerte de menú atractivo y edificante que puede ser aprovechado al máximo en colegios y escuelas para programar recorridos didácticos y actividades de estudio, análisis y seguimiento que repliquen y prolonguen los efectos renovadores de esas formas de contacto real y actual con las corrientes de la cultura universal.

 

El calendario cultural de este año en Medellín está colmado de eventos de verdadera trascendencia nacional e internacional que, por supuesto, benefician la imagen de la ciudad ante el mundo. De ellos está informándose con el justo y necesario despliegue, porque en EL COLOMBIANO y otros medios de comunicación se ha asumido la responsabilidad de anunciarlos y explicarlos como hechos constitutivos de la vida urbana en continuo mejoramiento cualitativo y como sucesos que tienen poder significativo suficiente para demostrar la evolución de la ciudad en los campos cultural y educativo.

 

De Medellín y sus habitantes ha solido decirse en diferentes épocas que han acusado una actitud de ensimismamiento que tiende a mirar con desconfianza la novedad y el cambio y lo que tenga un sello foráneo. Es una apreciación que va desvirtuándose con hechos y eventos como los que comprueban que, en el ámbito local y en este tiempo, más allá de los muros escolares y de las montañas que rodean el Valle de Aburrá hay un mundo pleno de riqueza y de sorpresas que invita a emprender la aventura del conocimiento.

 

Periódico El Colombiano, Medellín, 17 de abril de 2007, página 6A

 

 

Esta entrada fue publicada en Arte y etiquetada , , , , . Guarda el enlace permanente.