Academicismo contemporáneo

 

Una conversación con Hugo Santamaría (Fundación Universitaria de Bellas Artes)

 

Eliana. ¿Por qué crees que la Fundación Bellas Artes fue elegida como espacio anfitrión, si los otros espacios anfitriones eran más bien grupos independientes? Es el único espacio institucional que ha sido elegido como anfitrión dentro de la organización del Encuentro.

 

Hugo. Los espacios anfitriones fueron escogidos con un criterio basado en su relación con la comunidad. Bellas Artes por dos características históricas, tiene una relación con la comunidad más allá de lo académico: la primera es que fue la que originó la plástica en la región. Fue fundada en 1910 y fue el primer referente en Antioquia para producir, promocionar, asentar el arte. Siempre han habido actividades para la comunidad directa. Se hacían eventos de poesía, danza, ballet, presentaciones internacionales de artistas, músicos que venían a la ciudad. Y durante muchos años funcionó una entidad que se llamó Sociedad de Amigos del Arte, que hizo que Bellas Artes más que una institución de educación fuese un referente colectivo. Esa fue la primera característica por la cual se puede decir que fue invitado como espacio anfitrión.

 

La segunda característica es que la institución como tal, ha estado vinculada con el municipio de Medellín y algunas entidades del Valle de Aburrá de educación, o de la cultura en diferentes espacios comunitarios. Trabaja con niños, con señoras de la tercera edad, con muchachos. Por ejemplo, con lo Red Municipal de Artes Plásticas, los niños de barrios populares de Medellín que tienen interés en las artes plásticas se inscriben en una especie de casa de la cultura o centro de apoyo. A ese lugar va Bellas Artes con sus docentes a hacer talleres de educación no formal. Otro tipo de actividades que realiza por ejemplo es la Toma al Parque. En los centros comerciales, por ejemplo un fin de semana, la institución se apodera de un barrio, generalmente de los barrios más marginales y lleva sus músicos del conservatorio, gráficos, caricaturistas de plásticas y de diseño. Se hacen diálogos académicos, informales. Es un trabajo con la comunidad muy directo, y como La Jíkara o Tres Patios que son espacios alternativos de trabajo colectivo y comunitario, Bellas Artes funge desde su fundación en 1910 como un espacio con estas características además de la educación formal que venimos realizando.

 

E. ¿Qué resonancias has visto en la Fundación como consecuencia de ser espacio anfitrión en el Encuentro?

 

H. Este encuentro de Medellín 2007 ha sido fundamental ya que muchos de nuestros estudiantes han tenido el deseo de comunicarse directamente con la comunidad. Han participado en seminarios de curaduría, de guías profesionales, y ello los hace más organizados, estructurados y disciplinados. Digamos que la informalidad del espacio anfitrión se formalizo y eso no es ninguna contradicción: las directivas y docentes de la institución igualmente se han vinculado mucho más con el arte contemporáneo. La institución en los últimos años ha tenido un cambio paulatino, lento pero radical.

 

Miguel. ¿Las instituciones o Bellas Artes?

 

H. En la ciudad Bellas Artes ha sido referente académico, el referente tradicional, decimonónico. Así, el arte contemporáneo estuvo muy ajeno a la institución. Pero en los últimos 10 años paulatinamente, pero de manera contundente, se ha ido vinculando a la realidad contemporánea del arte. Entonces nuestros docentes y nuestros estudiantes han aprovechado para ampliar mucho más su panorama.

 

E. ¿Ha habido una reacción positiva de los alumnos o existe también alguna resistencia frente al Encuentro?

 

H. No la ha habido, ha sido una reacción muy positiva. Ellos han venido entendiendo que siendo fuerte la institución en la formación del oficio y entendiendo que esa posibilidad es totalmente válida, pero también entendiendo que no es la única y que es obligatorio desde el punto de vista filosófico, intelectual, artístico, ampliar el panorama de referentes. Ha sido una actividad maravillosa, la directiva está totalmente identificada y muy contenta sobre todo porque la institución que tradicionalmente fue una universidad en la práctica pero sin título universitario, a partir de este año se llama Universidad de Bellas Artes. Por consiguiente es obligatorio que las funciones de una universidad: la investigación, la extensión y la docencia, se desarrollen.

 

E. Y aparte de estos aspectos tan positivos, ¿qué críticas podrías señalar sobre el Encuentro?

 

H. Yo recojo algunas críticas que aluden la necesidad de que el evento llegue a un núcleo más amplio de población. Ha estado muy restringido, no por la organización sino por la gran cantidad de eventos paralelos, y no ha habido posibilidad de que los interesados estén en tantos lugares al mismo tiempo, pero sobre todo que la comunidad se vincule de una manera más directa. No ha habido mucha posibilidad de, por ejemplo, ir a los colegios, a las escuelas, a las asociaciones de padres de familia. Sin embargo esa falencia se obvio porque el evento termina ahora en junio, y a partir de entonces se inicia el evento real. Es decir, llevar lo aprendido a las comunidades a través de los intermediarios, los funcionarios del evento, los docentes, los espacios anfitriones, los estudiantes de arte. De hecho ya hay un plan que el Museo de Antioquia está coordinando para expandir esos efectos.

 

E. ¿Y cómo fue la relación de Bellas Artes con Casa Tomada, el espacio que recibieron anteriormente?

 

H. La relación fue muy positiva. En primer lugar por ser un colectivo nacional y digamos que había esa imbricación afectiva con la ciudad de Cali, por ser una ciudad fiestera. Además dentro de la institución tenemos un espacio que se llama “Dibujo Contemporáneo’, un taller experimental que hemos realizado en los últimos dos años donde trabajamos el dibujo como elemento expandido y donde invitamos a artistas nacionales e internacionales. El artista más importante que invitamos este semestre fue Oscar Muñoz, de Lugar a Dudas de Cali. Y esa relación de Muñoz, quién además invitó a Casa Tomada al Encuentro, hizo que nuestra presencia fuera más directa.

 

M. ¿Qué diferencias ves con el trabajo de La Culpable en relación a Casa Tomada, pensando incluso a nivel de dinámicas internas o modos de trabajo? Tenemos ciertas nociones sobre lo que hicieron con ustedes pero no lo conocemos aún del todo…

 

H. Casa Tomada realizó tres eventos básicos. Un encuentro televisivo: montaban un espacio de televisión desde diferentes lugares donde grababan y transmitían diálogos con artistas invitados al evento, con público en general, con las preguntas específicas sobre el arte contemporáneo… Cuatro o cinco sesiones de televisión cuyo objetivo era hacer crítica alrededor del evento. El segunda aspecto que trabajaron fue una exposición. Hicieron una convocatoria y luego presentaron artistas de la ciudad, la mayoría de Bellas Artes. El tercer evento fue mostrar durante unos días, en la sede del Instituto de Bellas Artes, lo que han hecho ellas en sus cuatro años de funcionamiento. Una serie de videos mostrando las casas tomadas que han realizado en diferentes lugares del país. Ya desde el lado humano, según nuestros jóvenes estudiantes, la diferencia entre la Culpable del Perú y los chicos de Cali es que éstos últimos son más rumberos, más vivenciales y explosivos, y los del Perú son mucho más discretos y respetuosos, menos desaforados… (risas) Con los otros se sentían mucho más comprometidos a nivel de la vivencia y la energía, y con los de Perú se sienten mucho más comprometidos a nivel intelectual, un afecto mucho más racional y espiritual.

 

M. Creo que no nos conocen lo suficiente aún… (más risas)

 

E. Queríamos que nos hables más de ti, porque tu trabajo tiene más ramas que atraviesan lo artístico…

 

H. Yo soy maestro en artes plásticas de la Universidad de Antioquia, pero además desde muy joven me vinculé con el trabajo comunitario, luego hice una licenciatura en educación en arte. He trabajado en la investigación de lo que se llama el arte popular. Hice un postgrado en Investigación del Folklore y Arte Popular. Esas tres formaciones que se aúnan, han hecho que mi trabajo sea básicamente con la comunidad a nivel artístico, armando por ejemplo programas académicos de arte y escuela, programas académicos de arte popular y arte académico. Dictando charlas, seminarios, conferencias en la ciudad, en los municipios o en lugares alejados de la provincia. Esos talleres donde se implica lo popular con lo contemporáneo.

También he trabajado en la organización de estructuras de programas de educación formal. Desde el punto artístico soy un pintor tradicional que se une con lo contemporáneo en un diálogo visual que me interesa generar con diferentes variantes del paisaje colombiano. Por ejemplo dibujo flora y fauna de nuestro trópico, y luego escribo o hacemos en plotter pequeñas instalaciones en donde hago referencia a esas flores y frutos, su procedencia científica, la relación con las comunidades, para qué sirven esas flores… Aunque en los últimos tres años he dedicado muy poco tiempo a mi producción personal, porque he estado muy vinculado con ese otra tipo de actividades. Actualmente en la Fundación Universitaria de Bellas Artes soy el coordinador de artes plásticas, lo que exige un poquito de trabajo mucho más amplio en donde se sacrifico la propuesta personal.

 

E. Además nos comentaste que eras miembro de algo que se llama ADIDA…

 

H. No es que sea miembro de ADIDA, soy docente en una institución universitaria que es Bellas Artes y además soy docente de una institución secundaria hace muchos años, y ahí los docentes están organizados. En todo el país hay una asociación de docentes que se llama Asociación de Institutores de Antioquia, y todos formamos parte de este gremio. Tiene una estructura interesante y talleres de matemáticas, de biología, de historia, de arte. Se realizan talleres de capacitación aunados con el gobierno municipal y departamental.

 

E. ¿Pero esta asociación se manifiesta también políticamente, ¿o no?

 

H. Sí, claro. La asociación es de tendencia progresista y muy respetuosa, se expresa por las vías democráticas y legales contra concesiones ideológicas o políticas que van en contra de la educación. Recientemente hubo un paro en todo el país porque esta asociación departamental es parte de una nacional, que es la de los educadores en todo el país que se llama FECODE (Federación Colombiana de Educadores). Y FECODE como gremio nacional ha estado en contra en los últimos años de unas políticas centralistas del gobierno nacional, que hacen que se le quiten recursos a las provincias. Se han pronunciado en contra de ese ataque a la descentralización, en formas pacíficas, marchas, manifestaciones culturales, actividades deportivas, actividades artísticas, en el Congreso de la República. En los barrios y en las ciudades pequeñas se ha hecho también un dialogo con las comunidades sobre esta situación.

 

M. Me parece importante porque creo que es muy significativo devolver conciencia de que la práctica artística es por sobre todo una práctica política ya que se genero en un contexto social particular, relacionándose con un conjunto de factores, de entes particulares y colectivos. El arte no es una burbuja flotante sino una condensación de sentidos originados desde una comunidad específica y su sentido está entramado con esa situación.

 

H. En el siglo XX particularmente en América Latina en lo años 60’s y 70’s hubo lo que se denominó arte político, propuestas en relación directa con la ideología política, en este caso de la izquierda. Sin embargo en estos últimos años se ha entendido que el arte no es una vinculación política partidista ni mucho menos, sino que es una opción evidentemente política. El deporte, la recreación, la ciencia y la cultura artística forman parte de ese entramado que son las relaciones políticas sociales. Y aquella producción, creación o investigación en la medida en que es contextualizada es política. No simplemente el artista es el individuo que se olvida del mundo y su sociedad —que también es válido y existe-, pero prefiero esa relación directa con las comunidades de todo tipo. La relación lúdica, poética, estética, recreativa, o incluso las relaciones políticas más frontales.

 

M: ¿Tienes alguna opinión o comentario sobre ajustes que podrían hacerse a la Fundación Bellas Artes ahora que es también universitaria y está formando parte del Encuentro?

 

H: Muchísimos ajustes. En los años 80 existían la universidad de Antioquia, la Universidad Nacional y Bellas Artes como agentes superiores de las artes plásticas de esta región, las otras dos eran universidades ya. Cada una tenía una fuerza importante, la Universidad de Antioquia la ha tenido desde el punto de vista del trabajo teórico comunitario. La Universidad Nacional hace un trabajo prácticamente conceptual, teórico. Es una institución que en la región se ha caracterizado porque sus artistas han elaborado mayormente arte conceptual y propuestas de ese corte. Y el fuerte de Bellas Artes era el manejo riguroso del oficio. Cada uno con falencias. También la Nacional tenía un gran desconocimiento del contexto, de la realidad local del arte, un desapego de la tradición artística de la región. La limitación mayor de la Universidad de Antioquia ha sido la fluctuación entre el arte contemporáneo muy descontextualizado o lo sociológico, entonces ha habido dificultad para equilibrar esas dos realidades. Y la gran falencia de Bellas Artes ha sido la parte teórica, la parte conceptual, las historias del arte han sido muy pocas. Nuestro arte conceptual ha sido muy elemental, en los últimos años hemos tenido profesores contemporáneos a nivel Latinoamericano pero aun así ha sido muy limitado porque la tradición ha sido muy fuerte. Entonces en este momento tenemos que profundizar y hacer un proyecto de conceptualización fuerte sin perder los referentes históricos, el respeto por el pasado histórico de la región, del país, del mundo. Es decir amar a Leonardo y sin ninguna contradicción amar a Joseph Beuys, porque cada uno es lo mismo en su momento. Para corroborar eso hay que conocer una historia del arte, la teoría del arte, la antropología, la historia, la sociología y en ese proceso estamos. Como coordinador de artes plásticas el énfasis en los próximos cinco años de la institución va a ser enfocado particularmente a eso, equilibrar las faltas que tenemos históricamente por no haber conocido muy bien lo teoría con la inserción profunda y seria del arte contemporáneo.

 

Juanacha la Revista, No. 0, Ediciones La Culpable, junio de 2007, páginas 46 a 49

 

 

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